En la actualidad, el mercado laboral ha experimentado cambios adaptándose no solo a las características asociadas a la expertice y formación de los individuos, sino también a los requerimientos asociados a la disponibilidad de las personas y al factor tiempo.
Éste último ha venido tomando relevancia en sectores como hidrocarburos, minerías, infraestructura de grandes proyectos como hidroeléctricas o instalación de redes de energía, entre otros. Dos de las causas principales que hacen que muchas empresas de estos sectores económicos requieran una disposición total del talento humano por periodos de tiempo determinados, tienen que ver con la ubicación geográfica y el tipo de actividad que conlleva.
Los turnos rotativos de trabajo son una estrategia empleada por las empresas para dar funcionamiento óptimo en la operación. De acuerdo a las necesidades y las formas de la organización se pueden definir turnos discontinuos, semicontinuos y continuos. La principal diferencia entre estos y, está determinada por la continuidad en la operación.
De acuerdo al país, se puede evidenciar una norma que dicta el máximo de horas laborales diarias permitidas en pro de prevenir afectación física y mental en los trabajadores. En relación con los sectores económicos mencionados anteriormente, encontramos turnos 24/7. 14/7, 30/10, y algunas otras opciones que dependen directamente de las necesidades de la empresa.
Estos turnos consisten en un determinado número de días de trabajo de corrido, incluyendo, por supuesto, fines de semana y festivos por un determinado número de días de descanso, los cuales, desafortunadamente, en algunas ocasiones no se completan debido a situaciones técnicas que requieren interrumpir esos días de descanso o cambios en la planeación y ejecución de las actividades que obligan al colaborador que está en jornada de descanso a retomar labores interrumpiendo dicha jornada.
Esta modalidad, además de tener la particularidad en muchas ocasiones de no contar con horarios definidos, también cuenta con algunos factores relevantes que generan alto impacto en los individuos y pueden llegar a aumentar el nivel de riesgo en cada una de las tareas. Algunos de estos factores están asociados a la convivencia, alimentación, áreas de trabajo, zonas de influencia, cambios repentinos en la jornada laboral, entre otras situaciones que se pueden presentar en el desarrollo del turno.
Es importante tener en cuenta todo lo anterior, y valorar y evaluar las condiciones emocionales de los individuos que enfrentan este tipo de turnos en pro de minimizar y controlar los riesgos asociados a este modelo de trabajo.
El trabajo por turnos implica que el trabajador debe modificar las rutinas de su vida personal y social para ajustarse a la dinámica laboral. Este sobreesfuerzo, en función de la adaptación, puede implicar un alto riesgo psicosocial en las personas. Algunos aspectos de gran importancia que están relacionados con el trabajo por turnos en los sectores económicos mencionados son:
Como consecuencia de lo anterior, el trabajador puede experimentar alteraciones del sueño y falta de descanso, lo cual es susceptible de desencadenar fatiga crónica, estrés crónico, síndrome de Burnout o en los casos más graves, trastornos de ansiedad y depresión.
Así mismo, esta modalidad de trabajo puede generar alteraciones en la dinámica de pareja, familiar y social, trastornos en la alimentación y a su vez afectaciones físicas como trastornos gastrointestinales, trastornos reproductivos como alteraciones en el ciclo menstrual, entre otros.
Por otra parte, aquellos trabajadores que están expuestos a turnos en horario nocturno pueden aumentar el consumo de café, tabaco y sustancias excitantes para el sistema nervioso central que les permita hacer frente a las horas de mayor cansancio y baja productividad, lo cual puede desencadenar problemas de salud física.
Todos los factores que de alguna manera representen riesgo para la persona, deben ser considerados no solo por el empleador sino también por el empleado, ya que, sin importar los beneficios económicos o profesionales percibidos, pueden generar afectaciones significativas a corto, mediano y largo plazo tanto para el empleado como para la empresa. Se hace más que necesario generar estrategias desde un enfoque preventivo, en donde cada uno de estos factores de riesgo se evalúen, analicen y controlen.
A modo de conclusión, a pesar de que muchos individuos tienen características sociodemográficas similares, no todos cuentan con las mismas estrategias de afrontamiento para hacer frente a los retos que estos turnos conllevan; por esto es recomendable que los empleadores realicen un análisis amplio más allá de la experticia y formación de las personas. Así mismo, vale la pena que los empleados consideren las características de este tipo de trabajos y que evalúen los diferentes factores en pro de hacer de éste un estilo de trabajo que resulte beneficioso en todas las áreas de su vida.
Por ambientes de trabajo sanos y seguros
"Tu turno, mi turno, nuestras estrategias de prevención"
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