¿Alguna vez nos hemos encontrado con personas angustiadas ante una situación crítica eventual e inesperada en el trabajo y no hemos sabido cómo reaccionar? A continuación, vamos a resolver algunas dudas para entender cómo podemos socorrer psicológicamente a una persona y ayudarla a volver a una situación de calma.
La crisis es un estado temporal de agitación o desorganización, en el que nos vemos desbordados a la hora de afrontar una situación o problema.
Estas crisis pueden manifestarse en síntomas físicos como palpitación, deseo de llorar, sudor excesivo, temblores musculares, dolor de cabeza, mareos, falta de coordinación, náuseas; a nivel cognitivo, pueden presentarse pensamientos negativos, sensaciones de inseguridad, confusión, pensamientos catastróficos, dificultad para tomar decisiones y dificultad para pensar con claridad; y a nivel emocional, puede llegar a experimentarse sentimiento de desamparo, tristeza, miedo, ira, sentimiento de culpa o distanciamiento.
Desde luego las crisis emocionales no se reducen a un ambiente personal o familiar, pueden incluso aparecer en un entorno de trabajo, durante una reunión, frente una emergencia, si reciben o comunican noticias difíciles (fallecimiento o enfermedades graves), si han sufrido un acto violento asociado a riesgo público, ante un accidente de trabajo o accidente mortal, entre otras situaciones frente a las cuales posiblemente quedamos sin saber cómo reaccionar o qué hacer si la persona afectada es uno de nuestros compañeros de trabajo. Sin duda, la ocurrencia e impacto de estas crisis es diferente para cada individuo ya que la organización es un conjunto de personas con vulnerabilidades diferentes y con reacciones normales frente a una situación anormal.
Una herramienta para brindar alivio emocional inmediato en estas situaciones, son los denominados Primeros Auxilios Psicológicos que pueden ser dados por cualquier persona que haya sido entrenado en los protocolos o técnicas relacionadas, y con los cuales se busca aliviar la tensión creada por el suceso, disminuir los síntomas agudos de estrés, ofrecer protección, seguridad, facilitar la adaptación y derivación a redes de apoyo de ser necesario.
En este contexto resulta relevante el rol de las organizaciones a través del cuidado y la promoción de la salud emocional, de medidas organizacionales y del fortalecimiento de las habilidades individuales de sus colaboradores.
Es importante tener identificados los factores que pueden afectar el clima laboral o generar un ambiente hostil en el trabajo, y adoptar medidas a nivel estructural que favorezcan un entorno de trabajo saludable.
A nivel individual, la organización puede entrenar brigadistas en atención de emergencias emocionales, fortalecer en los líderes las habilidades de empatía, detección temprana y cómo intervenir de manera oportuna y pertinente ante una situación crítica de un colaborador, adoptar un botiquín de primeros auxilios emocionales, fortalecer equipos de trabajo resilientes, etc.
Conocer y promover los primeros auxilios psicológicos en un ambiente laboral, le permite al equipo y a la organización dar soporte en situaciones de crisis, facilitar la restauración del equilibrio emocional, acompañar en el proceso de adaptación, así como promover el bienestar mental de sus colaboradores.
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