Los trabajos relacionados con el sector sanitario, ya sea en hospitales, laboratorios, consultorios, etc., al no pertenecer a un sector industrial puramente dicho, puede parecer que no están sujetos a riesgos laborales significativos. Sin embargo, un análisis en profundidad realizado por los expertos en prevención desmiente de forma radical esa imagen de ‘actividad exenta de riesgos’ o de riesgos ‘light’.
Desde el punto de vista preventivo, en los centros sanitarios se dan dos tipos de riesgos laborales en función de su origen:
En cuanto a los primeros, riesgos propios de todo lugar de trabajo, tenemos que tener en cuenta que gran parte de la actividad sanitaria se realiza en edificios cerrados y frecuentemente con cierta complejidad estructural, tanto en dimensiones como en distribución. Además, los locales sanitarios, por su carácter de servicio a la sociedad, son lugares compartidos con el público (pacientes y familiares).
Algunos de los riesgos ligados a las características del espacio, y a los que los Servicios de Prevención prestan especial atención, podrían ser las caídas a distinto nivel, caídas de objetos, atrapamientos, accidentes de circulación ocasionados "in itinere" e "in misión", contactos eléctricos, contactos con agentes químicos peligrosos en tareas de limpieza, Iluminación inadecuada, condiciones termo higrométricas deficientes, incendio, explosión…
En cuanto a los riesgos originados específicamente por la actividad sanitaria, podríamos pensar que debido a que la actividad principal en un centro sanitario es el tratamiento de enfermedades y accidentes, el único riesgo específico que existe es el riesgo biológico. Si bien como veremos es uno de los más significativos, debemos tener en cuenta algunos otros:
Mención aparte tiene este riesgo dentro de los específicos del sector, siendo el más importante y específico del sector sanitario, ya que no solo en frecuencia de casos, sino en gravedad de las consecuencias, es el que, si no se tiene adecuadamente controlado, constituye un verdadero problema para todo el personal.
Si bien en la mayoría de las actividades o tareas del personal sanitario no se tiene la intención deliberada de manipular agentes biológicos (hongos, bacterias, virus o parásitos), se ha de considerar la posible exposición a los mismos por diferentes vías (aérea, digestiva, dérmica o parenteral) al entrar en contacto directo con pacientes y fluidos biológicos o aerosoles potencialmente biocontaminados procedentes de los mismos.
Aunque la vía aérea tiene una importancia significativa por ser la que más fácilmente puede diseminar un agente biológico patógeno, no se deben menospreciar las demás vías, sobre todo la dérmica y la vía parenteral. Ésta última de especial importancia en el ámbito sanitario, al exponer al personal a agentes biológicos de transmisión sanguínea de elevado potencial patógeno, alguno sin tratamiento totalmente eficaz como el desgraciadamente famoso virus Ébola.
Al respecto de los accidentes parenterales causados por material médico cortante o punzante, es importante señalar que son riesgos tanto de seguridad, al provocar una lesión, como de higiene industrial al transmitir potencialmente un agente biológico si el material actuara como vector desde un paciente origen con patología microbiana transmisible por esta vía. Hay que tener muy en cuenta que una de las mayores causas de accidente son los pinchazos con material biocontaminado, al utilizar material de enfermería o quirúrgico inadecuado que no cumple las mínimas medidas de bioseguridad. Por todo ello, es fundamental cumplir con la legislación que regula la preceptiva utilización de material clínico de seguridad biológica.
Sin embargo, en el ámbito sanitario se puede dar frecuentemente una exposición originada por actividades en las que sí que existe una intención deliberada de manipular agentes biológicos. Incluso en determinadas actividades, éstos se concentran, se cultivan, se manipulan genéticamente, se les hace pruebas de identificación, se transportan, etc. En estos Servicios, laboratorios de microbiología diagnóstica de los hospitales o laboratorios de investigación microbiológica de las facultades de medicina y farmacia, las medidas preventivas deben ser extremas.
Es fundamental que el magnífico trabajo de los profesionales del sector sanitario en España, su formación de base, su formación de prevención y la disponibilidad de Servicios de Prevención Propios o Ajenos altamente cualificados en estos riesgos comunes y específicos, junto con los sistemas de protección integrados en los equipos de alta tecnología electromédica, constituyan un equipo coordinado perfectamente para que, todo el personal trabaje con los mayores niveles de seguridad, salud y confort.
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Hola Jesús. Los diferentes artículos de una normativa de aplicación en Prevención se aplican mayoritariamente en función de lo recogido en la Evaluación de Riesgos de la empresa. No todos los apartados de los artículos de un R.D. son siempre de aplicación, salvo que lo indique expresamente el legislador o bien lo estime el criterio técnico en función del texto legal y de las características particulares del riesgo evaluado. Un saludo!
Hola Jesús. Muchas gracias por leernos y nos alegramos de que te haya gustado.