Tras los excesos de las vacaciones solemos experimentar esa desidia por el recuerdo del verano, el tiempo libre, los paseos por la playa, levantarnos tarde, comer mucho hasta caer rendidos en la correspondiente siesta veraniega....
Todos estos factores hacen que nuestra vuelta a la rutina se vuelva cuesta arriba. Y sobre todo, cuando intentamos retomar una rutina alimenticia adecuada. Sin embargo, en alimentación, como en cualquier otro aspecto de nuestra vida, la vuelta a la rutina se soporta sobre los mismos pilares:
La falta de sueño y las horas del día elegidas para irnos a la cama pueden condicionar la construcción de una nueva rutina. La alteración de los ritmos del sueño perturba nuestro sistema nervioso y nos hace más irregulares. Es decir, si no mantenemos una rutina en nuestro horario de sueño, tendemos a ser más desorganizados a lo largo del día.
Además, como se indica en este artículo del European Journal of Endocrinology las personas que no duermen adecuadamente tienen anormalidades fisiológicas que pueden aumentar su apetito y la ingesta calórica. También se produce un aumento de la grasa corporal, tendiendo a almacenarse sobre todo en la zona abdominal.
Estas horas deben ser realistas. No puedo marcarme que desayunaré a las 6 de la mañana porque tenga muchas ganas de empezar a hacerlo bien si normalmente no soy capaz de hacerle caso al despertador hasta las 7. Si nos organizamos sin pensar en nuestros gustos y disponibilidad, lo más probable es que nuestra buena intención dure 3 días y después abandonemos.
Así, si te resulta complicado comer fruta, al ponerla al final de las comidas seguramente hagas pereza y puedas prescindir de ella porque ya te hayas saciado o porque tengas otras opciones de postre.
Sin embargo, si pones la fruta en los descansos del trabajo te será más fácil realizar la tarea. Puedes llevarte 2 piezas de fruta para la media mañana, con unos frutos secos, y una para la tarde. Cuando llegues a casa ya tendrás ese "trabajo" hecho. Para que no te de pereza, el día de antes puedes cortarla en dados y ponerla en un tupper, así solo tendrás que comerla.
Si sueles salir a la calle a desayunar en tu descanso, puedes tomar tu tupper de fruta unos minutos antes de salir y, cuando vayas al bar, tomar una infusión o un café para desconectar. En muchos bares empieza a haber la opción de fruta y yogur, o yogur con cereales. Si no la hay, es cuestión de proponerlo, los bares quieren darnos opciones, pero a veces no conocen nuestras necesidades.
De esta manera asegurarás tener en casa solo lo necesario para mantener un estilo de vida saludable, con alguna opción para picar como chocolate negro, frutos secos, frutas deshidratadas. Hay muchas opciones saludables en el mercado, aunque por lo general, la mejor opción para picar siempre será una fruta fresca o unos frutos secos. Además, cocina tu menú el fin de semana, así tendrás los tupper de toda la semana preparados y solo tendrás que ir gastándolos.
A veces llegamos cansados y echamos mano a lo primero que encontramos. Ese es el gran error. Tenemos la creencia de que las comidas elaboradas son mucho más saludables. Pero la realidad es que podemos cenar un sándwich con un buen pan integral e ingredientes como verduras braseadas con hummus, verduras frescas con pollo y queso fresco, hummus con crudites, sopas frías, etc. Son opciones que podemos dejar echas, además de ser fáciles y deliciosas.
Poniendo en práctica estos 5 sencillos consejos nuestra vuelta a la rutina alimenticia no resultará tan complicada. ¡No te pierdas este contenido sobre cómo la alimentación puede influir en tu rendimiento en el trabajo!
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