Cuando hablamos de movimientos repetidos hacemos referencia a todas aquellas actividades de tipo repetitivo que implican la realización de esfuerzos o movimientos rápidos de pequeños grupos musculares, generalmente de las extremidades superiores, agravadas por el mantenimiento de posturas forzadas y una falta de recuperación muscular.
Estas actividades son habituales en numerosos sectores de actividad:
La realización continuada de tareas repetitivas puede suponer la aparición de trastornos musculoesqueléticos (TME) en las extremidades superiores. Los TME se definen como los problemas de salud que afectan al aparato locomotor, es decir, a los músculos, tendones, esqueleto óseo, cartílagos, ligamentos, nervios y vasos sanguíneos del cuerpo.
La mayor parte de los TME por movimientos repetitivos (como las tendinitis o el síndrome del túnel carpiano) aparecen gradualmente, tras largos periodos de exposición a unas condiciones de trabajo demasiado exigentes.
En los primeros estadios los TME aparecen en forma de dolor o molestias. Sus efectos suelen ser leves y transitorios (el dolor desaparece al abandonar el trabajo). No obstante, si la situación se prolonga en el tiempo pueden aparecer lesiones de mayor gravedad, que obligan a solicitar la baja laboral e incluso a recibir tratamiento médico. En los casos más crónicos, el tratamiento y la recuperación suelen ser insatisfactorios, pudiendo llegar a incapacitar a la persona para la ejecución de su trabajo.
En los puestos de trabajo y en las tareas en los que una evaluación de riesgos específica evidencie un nivel de riesgo significativo por movimientos repetitivos será necesario intervenir para reducir el riesgo hasta unos niveles aceptables.
Estas intervenciones resultan, a menudo, complejas y su eficacia depende de la acción coordinada en tres ámbitos de aplicación:
A continuación se proponen medidas preventivas, de los tres ámbitos de intervención, ordenadas por factor de riesgo.
La reducción de la repetición de los mismos movimientos básicos de forma continuada se puede conseguir mediante:
Ampliación de tareas: reestructurar el trabajo de forma que las tareas sean lo más amplias y diversas posible, incorporando tareas adicionales, por ejemplo.
Rotación de tareas: organizar el trabajo de forma que los trabajadores varíen su actividad entre dos o más puestos de trabajo con requerimientos físicos diferentes.
Mecanización: utilizar herramientas que ayuden a disminuir los movimientos repetitivos, como, por ejemplo, destornilladores eléctricos.
Distribución de la fuerza entre distintos grupos musculares: repartir el esfuerzo realizado entre diferentes grupos musculares, por ejemplo, permitiendo que el trabajo pueda realizarse con ambas manos.
Mecanización: utilizar herramientas mecánicas para ejecutar las acciones que requieran un esfuerzo muscular elevado.
Diseño ergonómico: diseñar los puestos de trabajo de forma que las articulaciones se mantengan en rango articular cómodo. Por ejemplo, se debe evitar trabajar con brazos por encima de los hombros, los alcances por detrás del cuerpo o las desviaciones de las muñecas.
Hábitos posturales correctos: concienciar y formar a los trabajadores en hábitos posturales y buenas prácticas para la prevención de los TME.
Además de los Movimientos Repetidos, existen otras condiciones ergonómicas a tener en cuenta cuándo evaluamos los riesgos de un determinado puesto de trabajo. ¿Quieres saber más?
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Hola Luís,
Es cierto que la población trabajadora del sector de la limpieza está expuesta a tareas de marcado carácter repetitivo y que los trastornos musculoesqueléticos tienen una gran incidencia en la salud de dicho colectivo. Es posible que esta realidad no esté suficientemente reconocida en nuestra sociedad, aunque recientemente hemos visto que se han reconocido las diversas enfermedades profesionales de las camareras de piso, como el síndrome del túnel carpiano o las patologías que se producen por movimientos repetitivos en los trabajos de limpieza de manera específica.
Es evidente que queda mucho terreno que recorrer, sobretodo en el campo de la prevención de dichas patologías.
Apreciada Adelaida,
Como tú bien comentas, la mayor parte de los músicos se ven obligados a realizar movimientos repetitivos durante muchas horas al día. Sin embargo, existen técnicas que pueden ayudar a reducir las lesiones musculoesqueléticas. Es el caso de la técnica Alexander (TA). Adjuntamos un texto de Xavier Ortiz, profesor de la técnica Alexander:
"Desde hace cien años la TA ha ayudado a los intérpretes, tanto músicos como cantantes, a interpretar con mayor libertad, menos estrés y menor probabilidad de lesiones.
A los músicos se les pide ejecutar movimientos más complejos y más precisos que en cualquier otra profesión. Recientemente, el término "tendinitis por repetición" se ha puesto de moda. La solución es fácil: dejar de hacer el movimiento repetitivo. Pero los músicos tienen la obligación de ejecutar constantemente los mismos movimientos y con brillantez una y otra vez.
Un violinista que contraiga los hombros y los brazos al tocar tendrá menos probabilidades de ejecutar un buen concierto. A un cantante que tense el cuello, la mandíbula y la espalda le resonará menos la voz y tendrá más dificultades a la hora de inspirar el aire necesario para cantar una frase larga. Si un clarinetista o un pianista tensan en exceso los dedos nunca podrán ejecutar un pasaje rápido.
La TA ayuda a redirigir toda esta tensión innecesaria que restringe el movimiento, propiciando una interpretación más fluida, más viva, menos tensa y rígida; pero no sólo eso, sino que al propiciar una mayor soltura en la ejecución, también mejora la calidad de la música interpretada. Desde hace algunos años, músicos de renombre han recomendado la práctica de la TA: Yehudi Menuhin, Paul McCartney, Sting, Bream y James Galway, por nombrar algunos.
La técnica se imparte regularmente en numerosos conservatorios y escuelas de música de todo el mundo. Se imparte en el Juilliard School of performing arts de Nueva York, en el Royal College of music de Londres, en el Royal Conservatory of music de Toronto y, en España, en el Conservatorio Municipal de Barcelona y Tarragona."
Un saludo