Batata, boniato o camote son algunos de los nombres por los que conocemos a esta variedad dulce de la patata. Su peculiar sabor hace de este producto el ingrediente perfecto para elaboraciones dulces y saladas. Resulta un alimento ideal para cualquier tipo de dieta y nos permite disfrutar de algún capricho dulce sin renunciar a la salud.
Este tubérculo que se obtiene de una planta tropical formaba parte de la base de la alimentación de los pobladores americanos para los que, junto con el maíz y la yuca representaba la principal fuente de hidratos de carbono en su dieta. Fue durante el descubrimiento de américa cuando los colonizadores la hicieron llegar a Europa. De hecho, el origen de la palabra boniato hacía referencia a cualquier variedad dulce de otro alimento, como podían ser la yuca o la piña tropical.
La batata fue el primer alimento amerindio en introducirse en España y desde su entrada el consumo de este producto a sufrido grandes oscilaciones. Al igual que la patata, durante un tiempo fue casi inexistente en nuestra dieta, causado en parte por la idea de que era un producto excesivamente calórico. Sin embargo, hoy en día está cobrando nuevamente importancia y podemos encontrarla formando parte de numerosas elaboraciones culinarias.
El boniato es un producto muy interesante desde el punto de vista de la nutrición. Su aporte de azúcares saludables resulta de gran ayuda para evitar el uso de azúcares añadidos en numerosas elaboraciones, además de ser una buena fuente de energía durante la infancia y para aquellas personas que practican deporte.
Destaca su contenido en provitamina A, que podemos identificar gracias al color anaranjado del alimento, pudiendo aportar entre el 79 y el 99% de las necesidades diarias de esta vitamina en una ración.
Resulta llamativa también su concentración en vitamina C que desgraciadamente se pierde en gran parte durante la cocción. Para asegurar al máximo la conservación de esta vitamina es recomendable cocinarla al vapor.
Es un alimento muy rico en hidratos de carbono simples y complejos además de ser una buena fuente de potasio, por lo que resulta muy interesante en la dieta de las personas que practican actividad física y durante la infancia. Además, también sería recomendable en personas con problemas de retención de líquidos.
Por último, cabe destacar su contenido en vitamina E y ácido fólico. Una ración de boniato podría asegurar un aporte de hasta el 39% de las necesidades de vitamina E.
Gracias a su sabor tan peculiar el boniato nos abre un mundo de posibilidades en la cocina. Este producto asado o cocido puede variar simplemente dependiendo del aliño, convirtiéndose en un postre si añadimos canela o en una deliciosa guarnición si utilizamos ajo y hierbas aromáticas.
Como ya hemos comentado, el boniato representa un buen recurso para sustituir el azúcar añadido de las elaboraciones dulces. Para ello simplemente tendríamos que asarlo en el horno y aprovechar su pulpa, o bien cocerlo y eliminar el líquido con ayuda de un filtro de tela. Esta pasta dulce se puede añadir en postres y repostería aportando textura y un sabor dulce muy característico.
Es muy importante consumir este alimento cocinado, ya que en crudo presenta sustancias perjudiciales para la salud que solo se inactivan con el calor.
A continuación, encontrarás algunas recetas para aprovechar al máximo este alimento:
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