Prevención y perspectiva de género a examen en el día internacional de la mujer

El Día Internacional de la Mujer fue declarado por la ONU en 1975. Y el 8 de marzo no es una fecha escogida al azar.

Desde 1857, el mes de marzo se había convertido en el mes de las movilizaciones obreras en Estados Unidos por los derechos de las trabajadoras. En marzo de 1908, hubo una manifestación en las calles de Nueva York para conseguir mejoras salariales, derecho al voto para las mujeres, reducción de la jornada de trabajo y condiciones laborales más dignas.

Pero un terrible suceso el 25 de marzo de 1911 sirvió como catalizador para conmemorar el Día de la Mujer en este mes. Un incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York acabó con la vida de más de 140 trabajadores, la mayoría de ellos, mujeres. Este desastre supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en Estados Unidos.

¿Cómo están las condiciones laborales ahora?

Han pasado más de 100 años y la sociedad ha cambiado radicalmente en muchos aspectos. Y es bien cierto que las mujeres han conseguido posicionar sus derechos, pero cuando hurgamos un poco en el ámbito laboral, descubrimos que aún queda camino por hacer.

La igualdad entre mujeres y hombres no es solo una cuestión de justicia social, sino que es también una condición indispensable para lograr los objetivos en materia de crecimiento sostenible, empleo, competitividad y cohesión social. De modo que las políticas de igualdad entre mujeres y hombres se deben considerar como una inversión a largo plazo, no como un coste a corto plazo.

A las puertas de un día tan significativo, vamos a analizar cómo ha evolucionado la situación en materia de prevención de riesgos laborales con respecto a la mujer.

Perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales

El mundo laboral está en continua evolución, pero la seguridad y la salud en el trabajo (SST) desgraciadamente no lo hacen al mismo ritmo.

La necesidad de aplicar la perspectiva de género a la SST se debe a la evidencia creciente de que los riesgos laborales y las patologías causadas por ellos afectan de manera desigual a los hombres y a las mujeres.

El libro Pautas para la Integración de la Perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales (2017) de Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, expone que:

"Hombres y mujeres se sitúan en condiciones y posiciones sociales y económicas diferenciales en el mercado de trabajo, lo que implica que están expuestos a riesgos distintos y que desarrollarán problemas de salud diferentes".

Así, los trabajos feminizados se caracterizan por presentar principalmente riesgos ergonómicos y psicosociales, mientras que los hombres se exponen en mayor medida a los riesgos de seguridad.

Consecuentemente, se producen efectos distintos en la salud; en el caso de las mujeres, a menudo se trata de efectos que aparecen a largo plazo y que son de etiología multicausal, donde se combinan diversos factores de riesgo laboral y extralaboral para generar el daño. Los hombres, en cambio, sufren más accidentes traumáticos."

dos mujeres trabajando en fábricaDeducimos que es obligatorio, a la hora de hacer prevención, reflexionar sobre cómo abordar todas estas diferencias que se producen entre los distintos colectivos de mujeres y hombres para dar respuesta a la diversidad de realidades del mundo laboral.

En 2010, Osalan publicó un informe sobre La perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales. En dicho informe se estudian, recopilan y comunican las políticas y estrategias basadas en el conocimiento científico en materia de Género y SST, con el fin de establecer líneas de actuación para la integración de la perspectiva de género.

Y a continuación referimos las conclusiones más relevantes. Las desigualdades en el ámbito laboral pueden afectar a la salud y la seguridad de las mujeres en el trabajo y, en consecuencia, influir en su productividad.

Así que, empecemos por admitir que abogar por la igualdad de género en el ámbito laboral juega un papel determinante y por tanto en las actuaciones en materia de seguridad y salud laboral.

Resolver las desigualdades de género en materia de SST

La Agencia Europea de SST publicó en 2003 una investigación sobre la integración de las cuestiones de género en el ámbito de la SST, extrayendo el siguiente resultado:

• Existe una fuerte segregación de mujeres y hombres en distintos trabajos y tareas (tareas domésticas no remuneradas y trabajo a tiempo parcial) que repercute sobre las diferencias entre géneros en cuanto a salud laboral.

• Algunos factores de riesgo en el trabajo de las mujeres y sus interacciones han sido escasamente estudiados y han recibido menos atención en las evaluaciones de riesgos y en las actividades de prevención.

• Un enfoque de género "neutro" en la política y la legislación ha llevado a disminuir la atención y los recursos dirigidos a los riesgos laborales para las mujeres y su prevención.

• Las mujeres no están suficientemente representadas en la toma de decisiones relativas a la SST, de modo que su experiencia y conocimiento no se refleja a la hora de formular y poner en práctica las estrategias de SST.

• Las mujeres no constituyen un grupo homogéneo (grupos de edades distintos, orígenes étnicos diferentes y no todas las mujeres trabajan en empleos tradicionalmente "femeninos").

Diferencias de género en la exposición y en las consecuencias para la seguridad y la salud laboral

La Comisión Europea definió una nueva estrategia comunitaria basada en un enfoque global del bienestar en el trabajo que tuviera en cuenta la evolución del mundo laboral y la aparición de nuevos riesgos.
La diferencia de empleos entre hombres y mujeres, de tareas y del número de horas trabajadas implica diferentes exposiciones a los peligros y las diferentes consecuencias para la salud.

Las condiciones de trabajo de las mujeres pueden diferir de las de los hombres de varias formas y éstas afectan a la SST, de modo que es conveniente examinar las diferencias de género en relación con la exposición a distintos riesgos laborales.

Las estadísticas europeas y las encuestas indican lo siguiente:

• El dolor de espalda, el estrés, las molestias musculares en cuello y hombros, así como el cansancio general son los problemas de salud más comunes en la Unión Europea (UE) relacionados con el trabajo.

• Los hombres tienen más probabilidades de sufrir accidentes laborales que las mujeres.

• Las mujeres tienen más probabilidades de padecer problemas de salud relacionados con el trabajo que los hombres.

• Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir trastornos de las extremidades superiores, estrés laboral, enfermedades infecciosas y problemas de piel.

• Los hombres tienen más probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, problemas auditivos, respiratorios y de pulmón.

• Las mujeres están más expuestas a la intimidación en el lugar de trabajo.

• Muchas condiciones de trabajo están más estrechamente relacionadas con la posición laboral jerárquica o sector profesional que al género por sí mismo.

Recomendaciones en cuestiones de género en relación con la seguridad y la salud en el trabajo

Siguiendo con el informe y analizadas las diferencias de género en relación con la exposición a distintos riesgos laborales, formula las siguientes recomendaciones

infografía sobre recomendaciones en cuestiones de género y sst

¿Y cuál es el futuro para integrar la perspectiva de género en la prevención de riesgos laborales?

Efectivamente, queda un gran camino por recorrer y múltiples cuestiones por resolver, lo que implica una importante tarea de investigación para el futuro con esta visión preventiva de género.

Es responsabilidad de las instituciones públicas, de las organizaciones, empresas y de todos nosotros como trabajadoras y trabajadores, garantizar y apoyar las actuaciones en seguridad y salud de los trabajadores, hombres y mujeres, teniendo en cuenta todas y cada una de las particularidades y evitando desigualdades que limiten o reduzcan la efectividad de cualquier acción preventiva que se ponga en marcha.

¿Qué tendremos en cuenta para una integración real de la perspectiva de género en el desarrollo del plan de prevención?

Primero de todo y de forma indiscutible es necesario un Conocimiento de la Normativa y una Cultura Preventiva.

Y de forma indispensable, debe existir en la empresa u organización una conciencia de la necesidad de trabajar la cultura organizativa para considerar imprescindible la perspectiva de género en la gestión preventiva. Pero muy especialmente, a nivel de los cargos responsables de las acciones y decisiones de prevención.

Y, sobre todo, hacer pedagogía en toda la plantilla.

¿Cómo podemos introducir esta perspectiva de género en la prevención?

• La persona responsable de la prevención en la empresa debe tener formación en igualdad.

• Incluir contenidos para la información y sensibilización respecto al género en la formación sobre prevención facilitada a los distintos colectivos de la empresa: dirección, organización preventiva, representante de las personas trabajadoras, mandos intermedios, y toda la plantilla.

• La dirección y las personas responsables de la empresa deben comprometerse y contribuir a crear un clima que fomente la preocupación por la prevención y la igualdad, transmitiendo la tolerancia cero ante conductas de riesgo o de discriminación.

Y finalizamos con un cuestionario que permite autoevaluarse a las empresas y saber si están llevando a cabo unas buenas prácticas en materia de prevención e igualdad.

Tabla Buenas Prácticas