Originaria del este de Europa, se cree que fueron los cartagineses quienes introdujeron esta fruta en la región mediterránea durante las guerras Púnicas. Los restos más antiguos fueron encontrados en tumbas egipcias con 2.500 años. Actualmente su cultivo se ha extendido por diversos países de Europa, Asia y América.
Se caracteriza por su gruesa piel que la protege de impactos e infecciones, lo que permite que sea transportada con gran facilidad. Su producción es muy corta, entre septiembre y octubre por lo que es importante aprovechar este tiempo para disfrutar de todos sus beneficios.
Los beneficios para la salud del consumo de la granada son muy conocidos. A continuación, te dejamos algunos de los más destacados:
La granada es una fruta que habitualmente se utiliza en postres, para acompañar yogur u otras frutas. Sin embargo, su sabor ácido y dulce la hace perfecta para acompañar también preparaciones saladas. Debido a su composición es recomendable consumirla en frio, no sólo por su sabor sino también para aprovechar todas sus propiedades nutricionales.
Para poder aprovechar esta fruta durante más tiempo, puedes congelar sus granos. Colócalos en una bolsa o recipiente de congelación que permita extenderlos para después recuperarlos fácilmente.
Además, es importante saber pelarla correctamente: realiza un corte en la parte superior, donde se encuentra la corona. Este corte debe permitirte ver la división de sus gajos por finas líneas blancas. Corta la piel partiendo de cada línea de separación. Después, simplemente tira de cada porción hacia fuera. De esta manera, podrás obtener los granos de una manera más sencilla.
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