SGA, son las siglas de ‘Sistema Globalmente Armonizado’. Una iniciativa internacional desarrollada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para estandarizar y armonizar la clasificación y etiquetado de las sustancias químicas a nivel mundial.
Su objetivo principal es asegurar una comunicación clara y eficaz de los peligros asociados con el uso de sustancias químicas en todas las etapas de su ciclo de vida, desde la fabricación hasta la eliminación.
El SGA se originó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo en 1992, donde se reconoció la necesidad de un sistema estandarizado para clasificar y etiquetar sustancias químicas.
Posteriormente, la ONU estableció un grupo de trabajo para desarrollar el SGA, que culminó en el primer sistema en 2002. Desde su adopción, el SGA ha sido identificado como una de las principales herramientas para lograr una gestión racional de las sustancias químicas y, desde entonces, ha experimentado varias revisiones para mejorar su efectividad y alinearlo con los avances científicos y tecnológicos. Actualmente nos encontramos en la décima edición que es del año 2023.
Este sistema implica una serie de acciones coordinadas por parte de los gobiernos, las industrias y otros actores relevantes. Entre ellas se incluyen:
- Legislación y Regulación: establecen los requisitos para la clasificación, etiquetado y comunicación de peligros de sustancias químicas, así como las responsabilidades de los fabricantes, importadores y usuarios.
- Capacitación y Sensibilización: para familiarizar a los diferentes actores con los conceptos y requisitos del SGA. Esto incluye a empleadores, trabajadores, autoridades reguladoras, entre otros.
- Infraestructura y Recursos: para garantizar la implementación efectiva del SGA. Esto incluye la creación de laboratorios especializados, el desarrollo de sistemas de información y la asignación de personal capacitado para llevar a cabo las tareas relacionadas con el SGA.
Los tiempos y los enfoques pueden variar de un país a otro y la tendencia general ha sido la de alinear la normativa nacional con los principios y criterios establecidos por el SGA:
En México, la implementación comenzó con la norma NOM-018-STPS-2000. Esta norma obligatoria contiene las instrucciones para crear una Ficha de seguridad (FDS). Posteriormente se publicó una norma voluntaria, NMX-R-019-SCFI-2011 y se actualizo la norma obligatoria con el nuevo sistema globalmente armonizado. En el 2015, la NOM-018-STPS-2000 se transformó en la NOM-018-STPS-2015 que se encuentra alineado con la quinta revisión del SGA.
En Argentina, la implementación del SGA está respaldada por la Resolución 801 de 2015. Esta resolución establece los requisitos para la clasificación y etiquetado de sustancias químicas en el país, así como las responsabilidades de los fabricantes, importadores y usuarios en relación con el SGA.
En Colombia, el proceso de implementación del Sistema Globalmente Armonizado empezó con el decreto 1496 de 2018 que se acoge a la sexta revisión del SGA y se reglamenta a través de la Resolución 773 de 2021 que establece al SGA como el medio de clasificación y comunicación de peligros obligatorio en Colombia.
En Chile, la implementación del SGA está regulada por el DS-N°57/2019 actualizado en 2021. Este reglamento establece un ámbito de aplicación, responsabilidades, clases y categorías de peligros (físicos, para la salud y para el medio ambiente), las metodologías y umbrales para la clasificación de sustancias y mezclas, para las diferentes clases y categorías de los peligros ya indicados, requisitos para el etiquetado, formato y las secciones que deben contener las hojas de datos de seguridad.
En Perú, la implementación se realizó D.L. n.° 1570 de 2023 que establece obligaciones, atribuciones y responsabilidades de las entidades públicas y usuarios de sustancias químicas para su gestión integral e incluye la clasificación de peligros, etiquetado de sustancias químicas y ficha de seguridad.
- Mejora la protección de la salud humana y del medio ambiente, a través de un sistema de comunicación de peligros ininteligible en el plano internacional.
- Proporciona un marco de clasificación reconocido para aquellos países que carecen del Sistema.
- Reduce la necesidad de efectuar ensayos y evaluaciones de la sustancia química, mediante la disponibilidad de información.
- Facilita el comercio internacional de aquellas sustancias que han sido evaluadas y clasificadas según este Sistema.
- Fabricantes e importadores: tienen la responsabilidad de clasificar y etiquetar adecuadamente las sustancias químicas antes de su comercialización, así como de proporcionar información sobre los peligros asociados y las medidas de seguridad recomendadas.
- Comercializadores y usuarios: Deben asegurarse de que las sustancias químicas que manejan estén correctamente etiquetadas y empaquetadas, y deben seguir las instrucciones de seguridad proporcionadas por los fabricantes e importadores.
- Empresas: tienen la responsabilidad de implementar medidas de seguridad adecuadas en el lugar de trabajo para proteger a sus trabajadores de los peligros asociados con el uso de sustancias químicas.
- Trabajadores: deben seguir las prácticas de trabajo seguras establecidas por sus empleadores y utilizar el equipo de protección personal proporcionado cuando manejen sustancias químicas.
La clasificación de peligros es el proceso mediante el cual se determina la naturaleza y el grado de peligro que presenta un producto químico. Este proceso se basa en la evaluación de sus propiedades físicas, químicas y toxicológicas, así como en la identificación de los riesgos asociados con su uso. El SGA establece criterios claros y uniformes para clasificar los peligros físicos, para la salud y el medio ambiente dividiendo en diversas categorías y grados.
Una vez que se ha clasificado un producto químico según sus peligros, es fundamental comunicar esta información de manera clara y efectiva a todas las partes interesadas. La comunicación de peligros es un proceso continuo que implica:
El etiquetado de sustancias químicas es una parte esencial de la comunicación de los peligros del producto para la integridad física, la salud y el ambiente, así como consejos básicos sobre cómo utilizarlo de manera segura.
La etiqueta se constituye en un primer mensaje o advertencia para el trabajador. Las etiquetas deben incluir:
La ficha de datos de seguridad (FDS) proporciona información completa para controlar la utilización de los productos químicos en el lugar de trabajo. Tanto empresarios como trabajadores la usan de manera general como fuente de información sobre peligros, incluidos los del ambiente, y sobre las medidas de seguridad correspondientes que deben adoptarse con el fin de mejorar la gestión de los productos químicos.
La información de la FDS permite al empleador desarrollar un programa efectivo de medidas de protección del trabajador, que incluya la formación requerida para cada lugar de trabajo, considerando a su vez las medidas que pueda ser necesarias para proteger el ambiente.
Las FDS deben ser una fuente importante de información para otros públicos objetivos, tales como los transportadores de mercancías peligrosas, el personal de los servicios de emergencia, los centros de toxicología, los profesionales relacionados con el uso los plaguicidas y los consumidores en general.
Estas fichas deben elaborarse de acuerdo con un formato estandarizado y estar disponibles para todos los usuarios del producto. Las personas llamadas para elaborar estas fichas, son personas con conocimientos en química, seguridad, salud y ambiente y que conozcan los criterios del sistema.
- Protección de la Salud y Seguridad Ocupacional: mejora la protección de la salud de sus trabajadores al garantizar que estén adecuadamente informados sobre los peligros y las medidas de seguridad necesarias para manejar las sustancias químicas de manera segura.
- Cumplimiento Normativo: asegura que las empresas cumplan con las regulaciones y requisitos legales relacionados con el manejo de sustancias químicas. Esto incluye la clasificación y etiquetado adecuados de la sustancia, así como la elaboración y distribución de fichas de datos de seguridad (FDS) para informar sobre los riesgos asociados.
- Reducción de Riesgos y Accidentes: Al tener una comprensión clara de los peligros asociados con la sustancia química, las empresas pueden implementar medidas de control adecuadas para reducir los riesgos de accidentes y exposiciones nocivas. Esto puede incluir la implementación de procedimientos de trabajo seguro, la capacitación del personal y la provisión de equipos de protección personal (EPP) adecuados.
- Mejora de la Eficiencia Operativa: al tener una clasificación estandarizada y una comunicación clara de los riesgos, las empresas pueden optimizar sus procesos de almacenamiento, manipulación y transporte de sustancias químicas, lo que puede llevar a una reducción de costos y ahorro de tiempo.
- Facilitación del Comercio Internacional: al seguir un sistema armonizado de clasificación y etiquetado, las empresas pueden cumplir con los requisitos de importación y exportación de sustancias químicas en diferentes países, lo que facilita el comercio y promueve la competencia en el mercado global.
- Responsabilidad Social Corporativa: La adopción del SGA no solo es una cuestión de cumplimiento normativo, sino también una muestra de responsabilidad social corporativa. Al priorizar la seguridad y protección de la salud de los trabajadores y del medio ambiente, las empresas demuestran su compromiso con valores éticos y sostenibles, lo que puede mejorar su reputación y relaciones con las partes interesadas.
En resumen, implementar el Sistema Globalmente Armonizado en una empresa no solo es una obligación legal, sino también una medida clave para garantizar la seguridad y protección de la salud de los trabajadores, cumplir con los requisitos normativos, mejorar la eficiencia operativa y promover prácticas comerciales responsables a nivel nacional e internacional.
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