¿Qué puede aportar la vacuna de Hipra?: Precio, logística y duración de inmunidad
La aprobación de la vacuna española se ha retrasado ocho meses, pero la compañía cree que las características de Bimervax le permitirán "encajar bien" en la realidad actual de la pandemia.
El pasado jueves por la tarde, apenas unos minutos después de que se conociera que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) había dado el visto bueno para la comercialización de la vacuna del Covid-19 de Hipra como dosis de refuerzo a partir de 16 años, la vicepresidenta de la compañía catalana, Elia Torroella, contaba ante decenas de medios que vivían «un momento muy especial».
Han sido casi tres años de trabajo desde que en la empresa con sede en Amer, un pequeño pueblo de Girona, que ya exporta a todo el mundo vacunas de uso animal, comenzaron a barajar la idea de ponerse a trabajar en una vacuna frente al Covid-19, dando así el salto a la salud humana. Ahora, con la aprobación en Europa de la vacuna «se nos abre todo un mundo de posibilidades», afirmó Torroealla en rueda de prensa junto al director de la División de Salud Humana de Hipra, Carles Fàbrega.
Pero la aprobación de la vacuna se ha retrasado unos ocho meses. El proceso acelerado de revisión por parte de la EMA comenzó hace un año y esperaban que no se prolongara más de cuatro meses. «No les voy a engañar, el retraso ha tenido impacto económico», reconoció la propia Torroella, además de que «complica la entrada en el mercado», admitió. Sus previsiones eran estar en el catálogo de vacunas disponibles para la campaña de dosis de refuerzo que comenzaron diferentes países europeos, como España, el pasado otoño. Pero «las expectativas cambiaron con la evolución de la pandemia» admitió Torroella y, con ella, también cambaron «los tiempos y los requerimientos de la EMA».
En una Europa con la pandemia estabilizada, con pautas de vacunación completas desde hace casi dos años y campañas de refuerzo que cada vez atraen a menos personas, ¿qué puede aportar una nueva vacuna? Son varias las diferencias que pueden beneficiar a esta nueva opción de inmunización frente al virus.
Se trata de la primera vacuna bivalente basada en las variantes Beta y Alfa, pero no incluye a Ómicron, y desarrollada sobre proteína recombinante aprobada en la Unión Europea. Hasta ahora, las vacunas adaptadas, es decir, que cubren alguna otra variante del SARS-CoV-2 diferente a la de Wuhan, son las de Pfizer y Moderna.
Que fuera bivalente y de una plataforma distinta a ARNm llevó a la EMA a iniciar el rolling review, el método de revisión acelerada adoptado en la pandemia, de esta vacuna. «Tenían previsto acabar con este tipo de revisión, pero vieron que nuestra vacuna era de proteína recombinante y que podía ser interesante y decidieron hacerla «, explicó Torroella. Aunque la formulación no recoge la variante Ómicron, los resultados en ensayos sí han mostrado protección frente ella.