"Es difícil luchar contra el desencanto frente a las vacunas del covid"
La viróloga Margarita del Val cree que la sociedad valora más la labor científica tras la pandemia.
Margarita del Val alzaba la voz en un momento de incertidumbre absoluta para aportar claridad, respuestas y evidencia ante lo desconocido. En cuestión de meses popularizó su presencia en la sociedad haciendo las veces de altavoz, enlace, mentora, faro y traductora en pandemia. Como viróloga, nos mostraba el mapa con las directrices necesarias para poder enfrentarnos al Covid-19 y saber qué esperar de las vacunas. Con la convicción de quien ha dedicado toda una vida a la ciencia y el tiento suficiente como para canalizar la trascendencia sin llegar a alarmar.
Su trayectoria, reconocida con el Premio Sanitarias en 2021, se expande sin embargo mucho más allá de la pandemia ocupando asientos destacados en centros punteros como el Instituto de Salud Carlos III de Madrid la Real Academia Nacional de Farmacia o el Comité Experto Asesor en Vacunas de la Comunidad de Madrid y siendo la cara visible de nuestro país en la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Damos la bienvenida a una de las mayores expertas en Inmunología de España en esta entrevista para el pódcast 'Líderes Sanitarias'.
Hace tres años se convertía en ese nexo de unión, esa línea de transmisión entre la ciencia y la sociedad de a pie. ¿Cuál era su objetivo al ponerse delante de los micrófonos durante la pandemia?
A mí me gusta mucho entender las situaciones que me rodean para saber cómo enfrentarlas, y me di cuenta de que en mis primeras explicaciones de la pandemia a la gente le tranquilizaba mucho entender que la que se nos venía encima era tremenda. Entonces pensé que con mi formación como viróloga, como mi inmunóloga, estaba en una posición un poco menos difícil que la de otros especialistas para entender todas las novedades que iban a ir surgiendo. Y entonces me dediqué a estudiar a fondo todo lo que se iba publicando, a reflexionar sobre ello, a ser muy crítica y muy rigurosa (porque ha habido demasiadas publicaciones que han sido un poco aceleradas) y luego a destilar lo que salía de ahí para intentar explicarlo a una sociedad que estaba deseando entenderlo y a una sociedad que era inteligente, es decir, que necesitaba explicaciones.
No todo el mundo necesitaba esas explicaciones, hay gente que lo que quiere simplemente es que le den unas normas a seguir en cosas que no entiende. Pero para la gente que quería explicaciones, yo me sentí responsable en general y en particular me sentí muy, muy responsable en la época en que nos estábamos vacunando y surgían las preguntas sobre la eficacia, la seguridad... y mi misión era explicarlo lo mejor posible, porque yo siempre he trabajado para las vacunas y he hecho hincapié en la parte social. No solo es importante tener vacunas desde el punto de vista científico y tecnológico, sino tener una campaña de vacunación en la que la sociedad participe y la sociedad entienda todo.
En segundo lugar, me pareció que era importante en los momentos en que ya flaqueaba que se viese a una mujer científica normal y corriente que diese la cara, que no hubiese solo hombres. Entonces sí que pensé que tenía que haber ahí una mujer, que las familias viesen que si su hija quería ser científica no iba a ser rara, que iba a ser razonablemente normal, que iba a ser útil para la sociedad, que la iban a poder entender y que las apoyen desde pequeñas las familias, los amigos, las parejas...
Y luego, en tercer lugar, la ciencia y la investigación en España necesitan mucho más apoyo, más flexibilidad, más fondos... Necesita regarla con fondos para que florezca, como en algunas comunidades autónomas y también en el gobierno central cuando se riega con fondos y con más flexibilidad, esto florece mucho. Entonces también era una de las razones para mí: mostrar la utilidad en general de toda la ciencia, de toda la investigación y de los investigadores para el país, para ver si en el futuro se apoya más.