Realizamos el mayor estudio de inmunidad COVID-19 en población laboral
Quirónprevención, compañía líder del sector de la seguridad y salud laboral, vuelve a tomar la delantera en la lucha contra la COVID-19 con el objetivo de contar con evidencia científica que sirva de referencia para la toma de decisiones de empresas e instituciones.
Su vocación de salud preventiva e inquietud por buscar respuestas que ayuden a sus empresas cliente a adoptar las medidas oportunas en el escenario actual, ha sido el motor que les ha impulsado a realizar este estudio de Inmunidad COVID-19, que arranca con un primer piloto realizado con voluntarios de su propia plantilla.
El punto de partida ha sido el firme convencimiento de que el conocimiento de la situación de seroprevalencia[1] de la población en general es un factor clave para el diseño del plan de actuación para combatir el virus, un elemento primordial para determinar la hoja de ruta de estrategias y actuaciones dentro y fuera de la empresa.
Entre otras cosas, este tipo de estudios ayudará a establecer estrategias de vacunación más eficientes, lo que es muy importante dada la situación actual de dificultad global de acceso a la vacunación en un número elevado de países, lo que es muy importante para conseguir un nivel de inmunización global que nos permita, no sólo contener la pandemia, sino prevenir la aparición de nuevas variantes que pudieran llegar a poner en peligro los objetivos alcanzados hasta el momento.
Sobre el estudio
Se trata de un estudio basado inicialmente en la determinación serológica de anticuerpos específicos frente a la proteína S, con la finalidad de conocer la situación inmunitaria de las personas vacunadas frente al SARS-CoV-2.
Es un estudio descriptivo, observacional y multicéntrico sobre una población laboral, con personas de ambos géneros que, participando de forma voluntaria se han sometido a la realización de una prueba serológica de determinación de anticuerpos específicos frente a la proteína S de la espícula, la cual se produce a través de la vacunación y/o habiendo padecido la enfermedad, bien de manera sintomática o asintomática.
A través del análisis de los resultados iniciales, se han obtenido datos de interés y relevancia, los cuales expondremos más adelante, esperando además, poder llegar a desarrollar algún modelo predictivo que permita la estimación del comportamiento específico de la inmunidad adquirida frente a la COVID a lo largo del tiempo, a través de los hallazgos que vayamos analizando en diferentes fases del propio estudio.
Hitos del estudio
Además de conocer la inmunidad, desde Quirónprevención, se han propuesto ir más allá y conseguir ciertos hitos con este estudio:
- Conocer la inmunidad adquirida por el personal de Quirónprevención participante tras la administración de la vacuna COVID-19 y por la exposición al SARS-CoV-2 y su consecuente infección.
- Observar cuál es la tendencia y cómo se comporta, se mantiene o varía la inmunidad a lo largo del tiempo.
- Establecer un "mapa" inmunológico específico frente al SARS-CoV-2 de la población estudiada, de tal manera que, según los resultados obtenidos, permita:
a) Mejorar, en la medida de lo posible los niveles de seguridad y salud de los trabajadores frente a la COVID-19 (lo que está encuadrado dentro de una Actuación específica de Prevención de Riesgos Laborales -PRL-).
b) Adoptar, en su caso y si procede, actuaciones en relación con aquellos trabajadores que no han generado inmunidad, con la finalidad de minimizar, lo máximo posible, su exposición ante un potencial riesgo.
c) Establecer criterios de Salud Laboral ante una posible dosis de refuerzo, si así se considera desde las instituciones públicas.
Sobre la muestra
- Se ha realizado el estudio sobre una población voluntaria de 2.328 personas, profesionales de Quirónprevención.
- El 89% de la población estudiada se encuentra entre los 35 y 65 años de edad, siendo un 67% los comprendidos entre los 40 y los 54 años.
- El 71% de las personas analizadas son mujeres y el 29% hombres. Esto concuerda con la proporción por géneros que actualmente compone la plantilla de Quirónprevención (63% de mujeres y 37% de hombres).
- Del total de la muestra poblacional (conjunto de personas que han participado en el estudio), el 85% no habían pasado la enfermedad, mientras que el 15% si la habían pasado. De estos últimos, el 73% habían sido diagnosticados con prueba específica diagnóstica (PCR [61%], prueba de Antígenos [33%], no informa tipo prueba [6%]), mientras que el 27% refieren haberla pasado sin informar sobre la realización de pruebas específicas de tipo diagnóstico.
- Respecto a las vacunas empleadas en esta población, el 75% referían la vacunación con Pfizer, el 11% con Moderna, el 11% con AstraZeneca y, por último, el 4% con Janssen.
Conclusiones
- Sólo el 2% de las personas vacunadas no desarrollaron inmunidad específica detectable frente a la proteína S de la espícula, mientras que sí lo hicieron un 98%, lo que pone de manifiesto la efectividad de la vacunación en su conjunto, si bien, existen matizaciones a este respecto según el tipo de vacuna, como veremos a continuación.
- Las vacunas que han presentado mayor seroconversión (anticuerpos positivos), han sido las de Pfizer y Moderna (plataforma ARNm) con porcentajes de positividad superiores al 99%, seguidas por AstraZeneca con una seroconversión de un 94% y para el caso de Janssen con un 75%.
- Por otro lado, las tasas de anticuerpos producidas por las vacunas de plataforma NO ARNm han resultados más bajas que las correspondientes a las de plataforma de ARNm, de tal forma que sólo un 23% de las vacunas "NO ARNm" han superado el nivel de 500 BAU/mL, mientras que para el caso de las vacunas de plataforma ARNm dicho valor se superó en el 53% de los casos.
Por tanto, se podría concluir que efectivamente, quizá sea recomendable y necesaria una dosis de refuerzo, sobre todo, para las personas que han sido vacunadas con plataforma no ARNm, lo que afectaría en torno al 15% de la población estudiada, yendo en línea con los resultados obtenidos en otros estudios realizados.
- En aquellas personas que han padecido la COVID y además han sido vacunadas, se han observado niveles de anticuerpos significativamente más altos que en personas que han sido vacunadas sin haber padecido la enfermedad, lo que se observa en el caso de todas las vacunas estudiadas.
- Dentro de la "no seroconversión" (recordamos que alcanza al 2% de la población estudiada) y por género, los hombres han presentado una mayor "negatividad" con un 3%, frente a las mujeres que sólo han presentado un 1,6%. En el caso de la vacuna Janssen, dicha negatividad se corresponde con el 19% del total de negativos para el género femenino y con el 35% del total de negativos del género masculino. Por el momento, desconocemos la causa de estos hallazgos.
- En relación con la inmunidad promedio, a falta de ahondar en los resultados obtenidos hasta ahora, lo que se ha observado es que, a partir de los 120 días después de la vacunación (aproximadamente 4 meses), el nivel de anticuerpos se reduce en aproximadamente un 50% de media, siendo inferiores a 1.000 BAU/ml a los 180 días (6 meses) en todos los resultados obtenidos.
Estas conclusiones no hacen más que reforzar el convencimiento de que, tanto desde el punto de vista individual como desde el organizacional, resulta de vital importancia conocer la inmunidad que hemos adquirido tras la vacuna para evitar exponernos a situaciones de riesgo, al menos, hasta que dispongamos de una vacuna esterilizante y/o logremos erradicar o controlar al SARS-CoV-2 y sus posibles mutaciones.
Este tipo de estudios y el conocimiento que de ellos obtenemos, pueden ayudar a compañías e instituciones a optimizar las estrategias, acciones y medidas a adoptar para proteger a la población en su conjunto frente al riesgo de la COVID.
[1] Seroprevalencia: Porcentaje de personas en una determinada población, que tienen unas proteínas en la sangre, llamadas anticuerpos, que indican que han estado expuestas a un virus u otro tipo de organismo infeccioso o que ha desarrollado inmunidad a partir de haber sido vacunados.