Icatibant, un serio candidato al tratamiento de la covid-19
Bellvitge publica un ensayo de fase II que demuestra lo que podría dar de sí este fármaco, que ya se comercializa como genérico.
Entre el listado de fármacos usado contra la covid-19 y sus síntomas destacan especialmente dos antivíricos: la combinación nirmatrelvir con ritonavir (Paxlovid) y el remdesivir (Veklury). Se probaron otros, que fueron descartados en la práctica clínica desde las primeras olas. Y los hay que podrían haber tenido utilidad pero que les faltó demostrar eficacia a tiempo. Es el caso del icatibant, que ya se comercializa en forma de genérico en España y está aprobado para el tratamiento sintomático de crisis agudas de angioedema hereditario (AEH) en adultos, adolescentes y niños mayores de 2 años, con deficiencia del inhibidor de la esterasa C1.
El equipo del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat, Barcelona, lo ha probado en un ensayo de fase II (controlado, aleatorizado) en 73 pacientes (37 tratados y 36 solo con tratamiento estándar) adultos con neumonía hipoxémica por covid-19 (de categoría 4 de la escala clínica de la OMS), que necesitaban oxígeno en el momento de llegar al hospital, y considera relevante seguir estudiándolo de cara a un posible brote causado por una variante del SARS-CoV-2 que escape a la inmunidad natural y la inducida por las vacunas específicas o una futura epidemia o pandemia provocada por otros coronavirus.
Los resultados del ensayo, que el equipo ha publicado en Clinical Infectious Diseases, indican una significativa reducción del tiempo de necesidad de oxigenoterapia y de estancia hospitalaria, la nula progresión a ventilación mecánica y, lo que, es más, una significativa menor mortalidad relacionada con la covid-19. Es decir, en la muestra analizada, el icatibant resultó eficaz en el mantenimiento de un aceptable nivel de oxígeno en sangre y en la prevención de la progresión a una forma de la enfermedad grave o fatal. La ventaja, al parecer, persiste cuando se usa en combinación con dexametasona, remdesivir y tocilizumab, lo que a los autores del estudio les sugiere el beneficio de alguna de estas otras terapias pueden ser aditivo.
La muestra de pacientes de Bellvitge se reclutó entre marzo de 2020 y febrero de 2022 y el perfil de todos ellos era el de una situación de vida real, con otras patologías como hipertensión, diabetes, etc. Se descartó a los que habían sufrido un ictus o un infarto en el último mes.
Pierre Malchair, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital de Bellvitge, y Jordi Giol, especialista del mismo equipo, han explicado este diario que conocían muy bien el mecanismo de acción del icatibant, un antagonista específico y selectivo del receptor B2 de la bradicinina que se usa para aliviar los síntomas de las crisis agudas de edema durante un ataque de angioedema hereditario.
Empezaron, al mismo tiempo que profesionales del resto de España, Europa y el mundo, a ver pacientes con covid-19 que evolucionaban mal, hacia el llamado síndrome por liberación de citoquinas o tormenta de citoquinas, que se da una vez que el coronavirus infecta a las células epiteliales del tracto respiratorio, cuando los neutrófilos y los macrófagos (células especializadas encargadas de detectar y eliminar los patógenos en el organismo) liberan unas pequeñas proteínas llamadas citoquinas que alertan al resto de la presencia de patógenos peligrosos. Y también se preocuparon por buscar un fármaco que impidiese que las células liberen las citoquinas proinflamatorias, con el objeto de mejorar las respuestas inflamatorias indeseables que conducen a fallos multiorgánicos y la muerte del paciente.
Pero, en su caso, pensaron que era mejor tratar de actuar terapéutica y preventivamente más a atrás de ese fenómeno inflamatorio, con control sobre la bradicinina, que es un potente vasodilatador dependiente del endotelio, que provoca la contracción del músculo liso no vascular, aumenta la permeabilidad vascular y también está relacionado con el mecanismo del dolor. En ciertos aspectos actúa de manera similar a la histamina y, al igual que ésta, se secreta en las vénulas y no en las arteriolas.
Pues bien, se cree que el icatibant bloquearía la acción de la bradicinina aumentada en la covid-19 y, por otro lado, inhibiría la proteasa M del SARS-CoV-2, que es fundamental en la replicación del virus.