Las personas con covid-19 leve presentaron mayor riesgo de coágulos sanguíneos
Los pacientes no hospitalizados o leves tuvieron 2,7 veces más riesgo de padecer este evento cardiovascular frente a los no infectados.
La covid-19 se ha convertido en una de las principales causas de morbilidad y mortalidad mundial. Numerosos estudios han relacionado la exposición a esta enfermedad vírica con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos, incluso después de la recuperación de la enfermedad aguda.
Dada la alta exposición de la población a la covid-19, estos informes pueden presagiar un importante e inminente problema de salud pública, por lo que existe una necesidad urgente de comprender mejor las consecuencias cardiovasculares derivadas de la covid-19 a largo plazo.
Sin embargo, la evidencia existente se limita principalmente a estudios retrospectivos, incluye solo una selección limitada de resultados cardiovasculares y carece de consideración de riesgo diferencial por gravedad de la covid-19.
En otras palabras, "es importante entender si el aumento del riesgo cardiovascular asociado con la covid-19 se limita a aquellas personas que tuvieron enfermedad grave o se extiende a la población, más amplia, que presentaron manifestaciones leves. Esta información supondría definir la magnitud de cualquier problema potencial de Salud Pública y guiar la orientación adecuada de las estrategias de atención médica", señala Zahra Raisi-Estabragh, del Instituto de Investigación William Harvey, de la Universidad Queen Mary de Londres, en Reino Unido, cuyo equipo acaba de concluir un estudio en el que, precisamente, evalúa esta diferenciación basada en la gravedad de la infección.
Las conclusiones, publicadas en el último British Medical Journal’s Heart, señala que las personas que contrajeron casos leves de covid-19 durante el primer año de la pandemia tenían un mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos que las que no estaban infectadas.
De hecho, los pacientes con covid-19 leve -aquellos que no estuvieron hospitalizados-, tenían 2,7 veces más probabilidades de desarrollar coágulos sanguíneos, así como diez veces más riesgo de fallecer que las personas que no tenía la infección viral.
Los investigadores examinaron las asociaciones de exposición a la covid-19 con enfermedad cardiovascular y el resultado de mortalidad en 17.871 casos que contrajeron covid-19 durante el primer año de la pandemia, entre 2020 y 2021, comparando los datos con 34.000 personas que no se contagiaron. Los casos procedían del Biobanco del Reino Unido y se evaluaron independientemente de los factores de riesgo compartidos y de las relaciones diferenciales consideradas por la gravedad de la covid-19.
La mayor parte del estudio se realizó antes de que las vacunas se implementaran en Gran Bretaña en diciembre de 2020. El seguimiento se llevó a cabo hasta que los pacientes desarrollaron una enfermedad cardiovascular, fallecieron o cuando el estudio finalizó en marzo de 2021.
Según los investigadores británicos, la evidencia emergente sugiere que las personas con antecedentes de covid-19 tienen un mayor riesgo de eventos cardiovasculares adversos posteriores. Sin embargo, estos estudios son en su mayoría retrospectivos; "solo incluyen una selección limitada de resultados y no consideran la variación del riesgo por gravedad de la covid-19", indica Raisi-Estabragh.
El nuevo trabajo aporta puntos relevantes: mientras que las personas con covid-19 leve tenían un mayor riesgo de coágulos sanguíneos, los pacientes hospitalizados presentaban un riesgo significativamente mayor de enfermedad cardiovascular en general. El riesgo de enfermedad cardiovascular para casos leves y graves fue más alto en los primeros 30 días después de la infección, aunque también se prolongaba en el tiempo.
El coordinador del estudio señala además que los pacientes ingresados por covid-19 tenían 28 veces más probabilidades de desarrollar coágulos de sangre; 22 veces más riego de sufrir insuficiencia cardíaca y 17 veces más posibilidades de sufrir un accidente cerebrovascular. "En general, las personas hospitalizadas tenían 100 veces más riesgo de fallecer que las personas que no estaban infectadas".