Una investigación enfermera mide el riesgo de transmisión por el aire de la covid-19
Su trabajo concluye que el uso de medicación a través de nebulizadores podría justificar las altas tasas de contagio por SARS-CoV-2.
Desde 2018, el Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Fuenlabrada ha incorporado en los controles de bioseguridad ambiental la medición y control de partículas en suspensión. A partir de la experiencia obtenida, se ha analizado la generación de partículas en suspensión durante la pandemia generada por la covid-19 a través de la administración de medicación nebulizada y el posible impacto de dicha actividad clínica en la trasmisión del virus.
El trabajo Administración de medicación nebulizada: riesgo de transmisión de covid-19 ha analizado la generación de partículas en suspensión con los distintos métodos de administración de oxigenoterapia, frente a la administración de medicación nebulizada. Una vez valorados los resultados, el equipo de investigación ha propuesto medidas de prevención y control de infecciones cruzadas por SARS-CoV-2 con la creación de precauciones estándar en la administración de medicación nebulizada en diferentes entornos sanitarios y en el domicilio de los pacientes.
La investigación -que ha sido finalista en la sexta edición de los Premios de Investigación organizados por el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (Codem)- ha sido elaborado por las enfermeras de Medicina Preventiva María Pilar Heredia Reina y María del Mar García Gálvez. Han contado, además, con la colaboración del supervisor de Innovación y Desarrollo del mismo centro hospitalario, Tomás Sebastián Viana, y con las facultativas del Servicio de Medicina Preventiva, Laura Moratilla Monzó y Marta Blanco Fernández.
Una vez valorados los resultados, el equipo de investigación ha propuesto medidas de prevención y control de infecciones cruzadas por SARS-CoV-2 con la creación de precauciones estándar en la administración de medicación nebulizada en diferentes entornos sanitarios y en el domicilio de los pacientes.
Las enfermeras de Prevención y Control de Infecciones, Heredia Reina y García Gálvez, cuentan a DM las claves y conclusiones del trabajo de investigación que han realizado.
PREGUNTA: ¿En qué consiste el trabajo Administración de medicación nebulizada: riesgo de transmisión de la covid-19?
RESPUESTA: En analizar el potencial riesgo de transmisión aérea durante la administración de medicación nebulizada con el sistema tradicional con mascarilla nasofaríngea tipo jet. Se han realizado mediciones de partículas en suspensión en los tamaños de 0,3; 0,5; 1,0; 2,5; 5,0 y 10 micras, en distintos escenarios y situaciones en condiciones reales en zonas hospitalarias que se han comparado con situaciones previas a la pandemia y con otros escenarios de mayor riesgo de contagio. La medición de concentración de partículas en suspensión se decidió realizar en cinco ubicaciones, que reproducen lugares donde se sitúa de forma habitual el personal sanitario y no sanitario del hospital (acompañantes).
En cada una de las cinco ubicaciones (cabecera del paciente, 1,5 metros cabecera, 2 metros de la cabecera, puerta interior en la habitación -4 metros- y puerta exterior de la habitación) se realizaron cinco mediciones en diferentes momentos (basal -sin nebulizador-, con nebulizador 5 minutos, con nebulizador 10 minutos, tras 10 minutos finalizado y tras 40 minutos finalizado).
P. ¿Cuándo se puso en marcha y por qué?
R. La implantación previa desde el 2018 de la monitorización de partículas en suspensión en todas las zonas de ambiente controlado de nuestro hospital, y los buenos resultados obtenidos, hizo que desde el inicio de la pandemia por SARS-Cov-2 nos cuestionásemos cuál era la actividad clínica que más partículas en suspensión provocaba y por consiguiente más probabilidad de que en dichas partículas hubiese alguna potencialmente viable. El uso de medicación a través de nebulizadores podría justificar las altas tasas de contagio por SARS-CoV-2, incluso entre los profesionales sanitarios y familiares de pacientes.
P. ¿Cuántos pacientes participaron?
R. Se realizaron 130 mediciones diferentes. Las mediciones de pacientes hospitalizados se realizaron en unidades que atendían infección activa covid-19 y precisaban aporte de oxigenoterapia de forma continua con diferentes dispositivos: gafas nasales de alto flujo mascarilla reservorio, ventilación mecánica no invasiva (VMNI) con BIPAP y mascarilla Venturi. Se realizaron mediciones de la concentración de partículas en suspensión, en las mismas cinco ubicaciones previamente descritas.
P. ¿Cuáles fueron las principales conclusiones?
R. La concentración de partículas generadas por un nebulizador se mantienen en suspensión al menos 60 minutos desde el inicio y las cifras no decaen a las basales o previas a la administración hasta los 75 minutos. Además, se dispersan y alcanzan distancias de al menos 15 metros en concentraciones elevadas.
Precisamente por ello, es importante suponer que todos los pacientes pueden estar infectados y aplicar durante la administración de aerosoles las recomendaciones que de este estudio se desprenden.
Siguiendo el principio de precaución, se debe seguir siempre que sea posible la recomendación de administración de broncodilatadores en cartucho presurizado con cámara o inhaladores secos. La indicación médica de utilización de aerosoles debe ser la mínima imprescindible y muy justificada en cualquiera de los entornos.
En caso de necesitar la administración de nebulizadores con mascarilla (tanto tipo jet como con membrana vibratoria) se deben seguir las recomendaciones que hemos denominado precauciones estándar de administración de nebulizador. La principal medida preventiva es cerrar la puerta de las habitaciones de los pacientes a los que se paute cualquier nebulizador y considerar que mientras dure el tratamiento se debe mantener así. No significa que el paciente esté en aislamiento, pero sí que la habitación debe permanecer cerrada.