La vacuna nasal contra la Covid-19 supera las primeras pruebas
Las vacunas nasales son una buena opción para su uso en lugares con acceso limitado a personal médico capacitado. Además, son baratas de producir y fáciles de almacenar y transportar.
Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, los investigadores han estado trabajando en vacunas que puedan administrarse a través de la nariz. Ahora, científicos alemanes han desarrollado una vacuna viva atenuada para la nariz, según publican en la revista Nature Microbiology.
Los coronavirus se propagan principalmente por el aire y cuando las personas infectadas hablan, tosen, estornudan o ríen, expulsan gotitas de saliva que contienen el virus y otras personas respiran estos patógenos y se infectan.
Un equipo de investigadores de la Universidad Libre de Berlín, el Centro Max Delbrück y la Universidad Charité de Berlín, en Alemania, decidió intentar combatir el virus causante de la Covid-19 allí donde primero se instala: las membranas mucosas de la nariz, la boca, la garganta y los pulmones.
Para ello, desarrollaron una vacuna viva atenuada contra el SARS-CoV-2 que se administra por vía nasal y confiere mejor inmunidad que las vacunas inyectadas en el músculo. Ya en otoño del año pasado se aprobó el uso de dos fórmulas de vacunación nasal en India y China. Éstas contienen adenovirus modificados --que suelen causar enfermedades respiratorias o gastrointestinales-- que se auto atenúan, lo que significa que se replican poco o dejan de replicarse del todo y, por tanto, nunca desencadenan la enfermedad. Actualmente se están desarrollando y probando otras vacunas nasales vivas en todo el mundo.
Las ventajas de una vacuna nasal van mucho más allá de ofrecer una alternativa a las personas con miedo a las agujas. Cuando se inyecta una vacuna, ésta infunde inmunidad principalmente en la sangre y en todo el organismo.
Sin embargo, esto significa que el sistema inmunitario sólo detecta y combate los coronavirus relativamente tarde en una infección, ya que entran en el cuerpo a través de las membranas mucosas del tracto respiratorio superior.
"Es aquí, por tanto, donde necesitamos inmunidad local si queremos interceptar un virus respiratorio en una fase temprana", explica el co-último autor del estudio, el doctor Jakob Trimpert, veterinario y jefe de grupo de investigación en el Instituto de Virología de la Universidad Libre de Berlín.
"Las vacunas nasales son mucho más eficaces en este sentido que las inyectadas, que no llegan a las mucosas o lo hacen con dificultad", subraya el doctor Emanuel Wyler, otro de los coautores, del Laboratorio de Biología del ARN y Regulación Postranscripcional, que dirige el profesor Markus Landthaler en el Instituto de Biología de Sistemas Médicos de Berlín del Centro Max Delbrück (MDC-BIMSB).
En un escenario ideal, una vacuna intranasal viva estimula la formación del anticuerpo inmunoglobulina A (IgA) directamente in situ, evitando así que se produzca la infección en primer lugar.
"Los linfocitos T de memoria que residen en el tejido pulmonar desempeñan una función de utilidad similar a la de los anticuerpos en la mucosa", explica la doctora Geraldine Nouailles, inmunóloga y jefa de grupo de investigación del Departamento de Neumología, Medicina Respiratoria y Medicina Intensiva de la Charité.
"Estos glóbulos blancos permanecen en el tejido afectado mucho tiempo después de que haya pasado una infección y recuerdan los patógenos que han encontrado antes --añade--. Gracias a su ubicación en los pulmones, pueden responder rápidamente a los virus que entran por las vías respiratorias".
Según recuerda, han podido demostrar que una vacunación intranasal previa provoca una mayor reactivación de estas células de memoria locales en caso de una infección posterior por SARS-CoV-2.
Los científicos probaron la eficacia de la recién desarrollada vacuna intranasal COVID-19 en modelos de hámster que habían sido creados por Trimpert y su equipo de la Universidad Libre de Berlín al principio de la pandemia. Comprobaron que, tras dos dosis de la vacuna, el virus ya no podía replicarse en el organismo modelo.
"Observamos una fuerte activación de la memoria inmunológica, y las membranas mucosas estaban muy bien protegidas por la alta concentración de anticuerpos", resalta Trimpert. Por tanto, la vacuna también podría reducir significativamente la transmisibilidad del virus.