31/12/2022
Actualidad

Fernando González (Genómica): "Hay más probabilidad de que surja una variante de preocupante, pero no sabemos si en un 10% o en un 100%"

Institución - Fuente: diariomedico.com
Tipo de documento: Noticia

La vigilancia de posibles nuevas variantes es lo que permitirá en caso necesario adaptar las vacunas y minimizar su hipotético impacto, destaca el catedrático de Genética.


"La naturaleza siempre abre camino" no es solo una frase de Parque Jurásico. Asistimos a la explosión de casos de coronavirus en China conteniendo el aliento ante la posibilidad de que una nueva variante del virus nos ponga en jaque. El catedrático de Genética de la Universidad de Valencia e investigador del Fisabio Fernando González Candelas ha estudiado los genomas del SARS-CoV-2 en el consorcio SeqCOVID, así como los de otros virus bacterias a lo largo de su carrera científica. Considera que, de momento, no hay certezas sobre lo que puede ocurrir: solo que el riesgo existe y que es esencial vigilar.


PREGUNTA. A tenor de lo que está ocurriendo en China, ¿qué probabilidad hay de que aparezca una nueva variante preocupante o peligrosa del coronavirus?

RESPUESTA. El aumento tremendo de casos que se está produciendo allí en estas fechas eleva mucho las probabilidades, pero estamos ante una situación de probabilidades, no de certezas. Ya han aparecido variantes sin necesidad de esa explosión de casos en un país concreto. El hecho de que estén aumentando los casos de manera tan repentina y concentrada en el tiempo hace crecer las probabilidades, entre otras cosas, porque el control de esas nuevas variantes es más difícil, sin entrar en el sistema de vigilancia o en la comunicación por parte de las autoridades chinas. ¿Las probabilidades son mayores? Sí. ¿Cuánto? No se puede decir si en un 10% o un 100% más, porque no es un parámetro fácilmente cuantificable.


P. Pero variantes de ómicron aparecen con relativa frecuencia, ¿por qué ahora preocupa la situación en China?

R. Sí, están apareciendo variantes de ómicron continuamente. Ahora tenemos centenares, sino miles de subvariantes de ómicron. En China, algunas de ellas están provocando el aumento de casos que, a su vez, continuará generando nuevas subvariantes. Cuantas más se generen, más riesgo existe de la aparición de alguna nueva peligrosa o de preocupación. No hay que olvidar el tamaño de la población donde se está produciendo esta explosión de casos; en China, los casos de personas inmunocomprometidas, proporcional a sus habitantes, es elevado.


P. Y eso aumenta también el riesgo…

R. En mi opinión, puede aumentarlo, porque son muchos los pacientes inmunocomprometidos en número absolutos y su control en estas circunstancias en las que gran parte de la población está infectada es mucho más difícil, teniendo en cuenta que todo está ocurriendo en muy poco tiempo. Aquí es donde se ha visto que aparecen las variantes radicalmente nuevas –se especuló así con el origen de ómicron y antes, con el de la variante alfa-, las que resultan más preocupantes o potencialmente más peligrosas, porque son distintas de lo que hay. Ante esas variantes puede disminuir la efectividad de la vacuna, y puesto que no estaremos informados de su aparición hasta que lleguen a occidente o hasta que se comuniquen, el problema es que pasemos más tiempo ciegos respecto a las características que puedan tener, si es que finalmente surge alguna.


P. ¿Qué se sabe de la variante ómicron BF.7, la que parece ser predominante en China?

R. Es una de las centenares de ómicron, que por la dinámica de la transmisión epidémica, se ha encontrado con la posibilidad de expandirse en el momento en que han relajado las medidas de contención, porque en biología prácticamente siempre se cumple la máxima de que el que primero da, da dos veces. Ómicron es la variante a partir de la cual se expande más el coronavirus en ese país, pero casi seguro que ya hayan aparecido otras nuevas derivadas.


P. ¿Y desde el punto de vista clínico, tiene algún rasgo particular?

R. Es ómicron, por lo que tiene mucha más transmisibilidad que la cepa de Wuhan. No parece que tenga efectos virulentos mayores. También tiene un capacidad de escape frente a la inmunidad proporcionada por infecciones previas, que en China no es relevante, y frente a la vacunación, puesto que casi toda la vacunación, menos la segunda dosis de refuerzo que ya tiene un componente de ómicron, se ha hecho con la variante original de Wuhan.


P. ¿Qué nivel de protección podemos esperar de las vacunas?

R. El que haya cierta capacidad de escape de determinadas variantes, como ómicron, no quieren decir que no tengamos inmunidad vacunal, sino que es peor que la que teníamos frente a las variantes alfa y delta. Nosotros llevamos un año con ómicron y, como hemos visto, la gravedad de la infección no ha aumentado, sino que ha disminuido respecto de lo que teníamos previamente, incluso con las vacunas previas. La vacuna sigue funcionando por el momento suficientemente bien como para contener las infecciones graves en las personas que están bien vacunadas. El impacto de una nueva variante no va a depender solo de ese factor, también influye cuáles son las condiciones de funcionamiento social, del control de la población o del cumplimiento con las pautas de vacunación.


P. ¿El caso chino ha demostrado que la vigilancia de los virus tiene más sentido que otras medidas como la política de covid cero?

R. Desde luego la vigilancia es esencial. Por eso los países que han detectado las nuevas variantes son casi siempre aquellos que hacen muy buena vigilancia, como el Reino Unido y Sudáfrica, ambos ejemplos excelentes de vigilancia genómica. El problema de la política covid cero es que no hay nada detrás de ella. En mi opinión, sí puede tener sentido para retardar la expansión del virus en una población que no está preparada inmunológicamente para hacer frente al virus, siempre que en paralelo se va consiguiendo una alta tasa de vacunación eficaz. Pero si confías todo al aislamiento, encontrarás que el aislamiento se rompe. Tampoco tenemos una evidencia de que solo con medidas de vacunación se controle la extensión del virus. Lo que sí se controla es la gravedad, el número absoluto de casos graves, que es muy importante.